UN CONFLICTO ¡UN MILLÓN DE SOLUCIONES!

 

UN CONFLICTO ¡UN MILLÓN DE SOLUCIONES!

¿Cuál es tu aporte a la gestión y solución del conflicto en tu papel de ciudadano?

Como ciudadanos y profesionales en proceso podemos ofrecer ideas sobre cómo buscar alternativas que nos ayuden a contribuir a la gestión y resolución de conflictos.

Una contribución importante es proporcionar al conocimiento y fomentar un diálogo constructivo, al ofrecer información precisa e imparcial sobre diversos temas, se puede ayudar a las personas a comprender diferentes perspectivas y tomar decisiones informadas, reduciendo los malentendidos que a menudo alimentan los conflictos.


Además, crear espacios donde se puedan facilitar debates y foros, sea presencial o en línea donde las personas pueden participar en debates respetuosos, intercambiar ideas y trabajar para encontrar puntos en común, también se puede emplear herramientas de moderación para prevenir la difusión de información errónea y desalentar el comportamiento hostil, creando así un entorno más propicio para la resolución de conflictos.

 

Además, se puede analizar grupos de varios participantes donde podemos obtener datos para identificar patrones y causas subyacentes de los conflictos, lo que permite a los formuladores de políticas y a las partes interesadas desarrollar estrategias más efectivas para la prevención y resolución.

¿Cómo se puede ejercer un liderazgo en la comunidad como agente social de resolución de conflictos?

Los profesionales actuales, debemos enfocarnos a los nuevos entornos sociales, dado a que conforme se avanza, pareciera ser que las personas somos más propensas a enfrentar conflictos o a vernos inmersos en ellos, pues las diferencias hacen que cada lugar sea un espacio propenso a generarse conflictos, partiendo de que los conflictos no son solo como los imaginamos en violencia si no otros que pueden ser más pacíficos; en caso de verse en la necesidad de mediar frente a un conflicto se podría tener en cuenta lo mencionado en el libro Habilidades Sociales Pág. 116: “1. Cuidar la comunicación no verbal: mirar a los ojos cuando se hable, mostrarse próximo. 2. Hacer preguntas y sugerencias, no acusaciones. 3. No adivinar el pensamiento del otro. Preguntarle. 4. Centrarse en el tema que se esté tratando durante la discusión. No sacar a relucir temas pasados. 5. Escuchar al otro cuando habla, no interrumpirlo. 6. Aceptar las responsabilidades propias. No echarle toda la culpa al otro. 7. Ofrecer soluciones. Tratar de llegar a un acuerdo. 8. Evitar la crítica inadecuada, comentarios negativos, el sarcasmo o la ironía. 9. Preguntar al otro qué puedes hacer para mejorar las cosas. 10. Buscar un ambiente adecuado que facilite el diálogo”, estas pautas prometen dotar a un posible mediador de técnicas que conllevan a que su intervención sea de resultados propios de la convivencia y el urbanismo.

Si entráramos a diferentes espacios a consultar sobre consejos para mediar en conflictos, encontraríamos un sinnúmero de resultados, sin embargo, habría inicialmente que entender la aplicabilidad de cualquier consejo o tips mediador, comprendiendo que existen diferentes tipos de conflictos y así mecanismos que se pueden clasificar en internos y externos o como se menciona en libro Habilidades Sociales endógenos y exógenos; dentro de los mecanismos internos encontramos la confrontación, negación y acomodación y en los externos la justicia, la mediación y arbitraje. La conciliación requiere un liderazgo a partir del respeto, honestidad, responsabilidad y disposición para tener una adecuada interacción con las partes involucradas en el conflicto.

El agente social de resolución de conflictos, debe tener clara la relevancia de la toma de decisiones, tanto propia como de los acreedores o miembros del conflicto, esta permitirá una escucha real de lo que cada parte solicita o por lo que define su posición dentro del conflicto, un conflicto puede generarse entre dos grupos por ejemplo políticos en donde cada uno expone que desea darle solución a la hambruna, ambos grupos coinciden en que existe una problemática de hambre, pero el conflicto se genera porque se proponen soluciones diferentes, digamos que uno propone solicitar donaciones y enviarles ese recurso a las víctimas del hambre, mientras que el otro propone que se de incentivos para que estas víctimas exploten recursos naturales o realicen proyectos productivos, el conflicto entonces allí será para que las víctimas elijan la opción que mas solucionadora parezca, y se opta porque la mejor opción sería recibir las donaciones, sin embargo al consultar a un mediador de conflicto, este indica que quizá esa opción permita una solución pero no de raíz, ya que el recurso no será ilimitado, por ende cuando este se termine volverá el problema, propone que lo  mejor serían proyectos productivos, entonces, la toma de decisiones toma aquí una gran relevancia ya que al escuchar las problemáticas y las posibles soluciones, se deberá entrar a la profundidad necesaria que permita escudriñar y tomar la decisión no mas cómoda, pero si más acorde.


Tomar decisiones entonces, dentro de los conflictos conlleva a una escucha activa, y exhorta a una comunicación asertiva; dentro de lo diferente que somos las personas, se está expuesto al conflicto, pensemos en las culturas, en las posiciones sociales, en las guerras internas de nuestro territorio y en las capacidades con las cuales contamos como profesionales en formación para mediar dentro de estos conflictos.

Bibliografía

file:///C:/Users/andri/Downloads/LIBRO%20DE%20HABILIDADES%20SOCIALES%20(1).pdf


 

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